Reseña Campos de gloria. Atila desafía al Imperio Romano

Título: Campos de gloria
Autor: Pedro Santamaría
Páginas: 394
Editorial: Pàmies

Gracias a la editorial por el envío del ejemplar

Año 450 d. C. 

El imperio de Atila, rey de los hunos, se extiende desde el Rin hasta el mar Negro y desde el Danubio hasta el Báltico. Sus hordas invencibles han sometido a las tribus germánicas y han derrotado una y otra vez al Imperio romano de Oriente, que ahora, temeroso, se inclina ante él y paga tributo. Desde el Danubio hasta Constantinopla todo está arrasado. 

Flavio Aecio, general en jefe de las tropas de Occidente, sabe que, tarde o temprano, le ha de llegar el turno a su parte del Imperio. Pero Occidente es débil y está solo: la rica provincia de África ha caído en manos de los vándalos, suevos y bagaudas campan a sus anchas por Hispania y, en el sudoeste de la Galia, los godos han establecido un pequeño reino en torno a la ciudad de Tolosa. Mientras tanto, en Rávena, la corte imperial del joven e incapaz Valentiniano III es poco más que un nido de víboras, conspiraciones y traiciones. 

Aecio es consciente de que si hay una oportunidad de salvar lo poco que queda de Roma, tendrá que pactar con sus antiguos y recelosos enemigos, los godos de Teodoredo, y enfrentarse a las hordas de Atila en la que será la última gran batalla del ejército romano. 

En las verdes llanuras de la Galia la Historia misma contendrá el aliento. 

El devenir de Occidente está en juego. 

Una jornada. Todo o nada.

Conocí a este autor con el libro Rebeldes (reseña aquí), allá por el 2015 y, pese a ciertos matices históricos que no correspondía exactamente con la realidad, ya denotaba que iba a ser una do los grandes autores de histórica.

Bien es cierto que aún veo en él ciertos toques cervantinos, toques, estilo, narración que me lleva a libros de caballerías; esto no es malo, para nada, simplemente me recuerda a ello y, mezclado con el propio toque del autor, hacen de sus novelas un gran trabajo, una lectura que se devora enseguida no por la sencillez si no por la atmósfera que recrea y el interés que va generando página tras página.

Traicionados, otra vez, por el imperio, los godos retoman valientemente su venganza, su defensa.

Estamos, pues, ante la última gran batalla de Occidente, los últimos años de la ciudad de Roma. En esta época habrá con más intensidad, si cabe, acción, batallas, sangre, muertes y traiciones; intrigas, discusiones de palacio y emperadores mediocres.

Junto con dicho emperador y el poder del general que quiere devolver a Roma su gloria, tenemos la parte más social "baja", los godos que entraron en la denominada Galia, ¡Astérix! y conoceremos las circunstancias vitales del rey de los Unos, Atila.

Descubriremos así todo lo que esconde esta época a través de una vista de 180 grados a través de muchos puntos de vista, todos narrados con una gran cohesión.

Algo muy bueno que he decir es la capacidad que tiene este autor de transmitir al lector, extractos de épocas históricas basadas en  hechos pasados.

Con una narración sencilla y un ritmo ágil, sus novelas son muy accesibles para lectores que no sean amantes de este género y se quieran adentrar en él, gracias, también, al argumento tan bien estructurado.

Algo que me ha fallado, es un poco de desarrollo de personajes, pero imagino que, si el autor lo hubiera extendido, se perdería la parte histórica que engloba la novela y la lectura se haría eterna para lectores no adentrados en el género, pero me ha faltado un poco más de garra, de creación de personajes.

Aun así, empatizas mucho con el protagonista, pero al resto les falta desarrollo.

En definitiva, argumento interesante, buena narración, lectura ágil y enriquecimiento cultural sobre el nacimiento y declive de Roma.

Puntuación: 7,5

Pedro Santamaría

Nació en Santander en 1975. Es licenciado en derecho por la Universidad de Canterbury, Inglaterra, país donde ha vivido, estudiado y trabajado desde los catorce años.
Después de haber viajado a Taiwan, donde fue profesor de inglés y castellano, decidió volver a su tierra natal para establecerse definitivamente.